Las clases de circo para niños ofrecen numerosos beneficios:

Desarrollo físico: Mejora la coordinación, la fuerza, la flexibilidad y el control corporal.
Estimulación cognitiva: Promueve la concentración, la memoria y la resolución de problemas.
Fomento de la autoconfianza y la autoestima: Ayuda a construir una imagen positiva de sí mismos.
Desarrollo de habilidades sociales: Fomenta la colaboración, el trabajo en equipo y la comunicación.
Gestión del estrés y la ansiedad: Proporciona un espacio seguro para expresarse y liberar tensiones emocionales.

Estudios científicos respaldan estos beneficios, destacando la mejora en la coordinación, la concentración, la autoestima y la reducción del estrés como resultados positivos de participar en actividades circenses.